La mayor incidencia de enfermedades complejas con efectos muy debilitantes a la salud como el cáncer, la diabetes, la obesidad, alergias múltiples, entre otros, están claramente asociadas a la cada vez menor calidad de los alimentos, y a la gran cantidad de aditivos, que durante el procesamiento industrial de los mismos, se han ido agregando a la comida.
Por ello uno de las mejores inversiones hacia tu salud, es el consumo de alimentos orgánicos.
Qué se entiende por alimentos orgánicos: aquellos que han sido producidos sin la intervención de abonos, pesticidas ni herbicidas químicos ni tan siquiera el suelo donde se han cultivado. De este modo, se tratará mayoritariamente de verduras y frutas conreadas sin la intervención de productos no naturales.
Uno de los principales beneficios de los alimentos orgánicos lo encontramos en su sabor, olor y color puesto que no ha sido alterado por ningún producto inorgánico, sino que se mantiene la esencia de dicho alimento.
Del mismo modo, se ha demostrado que los productos orgánicos aportan más nutrientes que aquellos que han sido tratados con fertilizantes y aditivos químicos. La cantidad de vitaminas, minerales, proteínas, antioxidantes... será mayor en el caso de los alimentos ecológicos.
Es por ello también que los alimentos orgánicos resultan más beneficiosos para el organismo humano, ya que algunos pesticidas usados en otros tipos de alimentos resultan perniciosos para la salud y puede llegar a establecerse una relación con ciertas afecciones.